Jaque mate al fracaso escolar

Lo promovió el Senado hace dos décadas, pero quedó en agua de borrajas por falta de recursos. En marzo de 2012, lo recomendó el Parlamento Europeo a los diferentes países miembros y ahora, tres años más tarde, el Congreso de los Diputados acaba de aprobar una proposición no de ley en la que insta al Gobierno, en colaboración con las comunidades, a implantar el programa 'Ajedrez en la Escuela', con carácter general, en el sistema educativo español. Entre los motivos que esgrime figuran la mejora de la capacidad de concentración de los niños, el desarrollo del sentido de la creatividad y el estímulo de la paciencia, la persistencia, la memoria y la toma de decisiones.

En Asturias, hay aproximadamente 60 colegios que ya lo imparten en sus centros. De ellos, una treintena corresponden a Oviedo y más de una decena, a Gijón. La mayoría lo ofrecen como actividad extraescolar. Unos, a través de las Escuelas Deportivas de la ciudad o empresas de ocio y tiempo libre, y otros, mediante las asociaciones de madres y padres (AMPAs) o el propio centro educativo.

En el caso de Gijón, los colegios públicos Begoña, con 17 alumnos de Primaria, Rey Pelayo (12), Pericones, (9), Clarín (9) y Machado (7) participan en las Escuelas Deportivas, a las que se une el concertado de La Asunción (10). En el Martínez Blanco y la Atalía, públicos, lo ofertan las AMPAs, mientras que, en el Corazón de María, concertado, el colegio.

En éstos dos últimos, Atalía y Codema, da clases Enrique Iglesias. Profesor de la Federación Internacional de Ajedrez, es todo un veterano, pues lleva 35 años enseñando ajedrez en las escuelas. Para él, la proposición del Congreso «es positiva, aunque se tendría que haber hecho hace 25 años, porque el ajedrez es una herramienta pedagógica de primer nivel. Es el mayor reto intelectual de la historia de la Humanidad. Prueba de ello es que el número de opciones para una partida de 40 movimientos es de 10 elevado a 120 y supera el de átomos en el Universo (cálculo de Shannon). Y sigue creciendo si el número de movimientos de la partida aumenta. Permite desarrollar hasta 60 habilidades mentales».

Hay más de 500 investigaciones que ilustran cómo el ajedrez mejora el proceso de aprendizaje. Estos estudios y experiencias docentes demuestran que implantarlo en Primaria eleva la capacidad intelectual entre un 20% y un 25%. Un experimento realizado por el ruso Borís Slótnik, doctor en Pedagogía y ex catedrático de ajedrez en la Universidad de Moscú, así lo atestigua, e Iglesias da fe de ello, de que con dos o tres horas a la semana los alumnos alcanzan ese porcentaje. «Les ayuda a razonar y pensar, calculando las variantes para dar con la mejor solución. También mejora su lenguaje, ya que buscan en los libros las respuestas que no han encontrado, e incrementa, entre otras muchas habilidades, su capacidad para adoptar decisiones, su autoestima, la empatía hacia el rival, al ponerse en su lugar, y el saber perder».

Pensar en estrategias

Jorge Luis García, director del colegio gijonés Begoña, con 17 alumnos matriculados en ajedrez, reconoce todas estas virtudes, pero alberga dudas. «Pensar en las estrategias, adelantarse a lo que pueda pasar es muy interesante, igual que cuando abordamos aspectos sanitarios, sociales. Al final, todo es educación. ¿Realmente hace falta incluir el ajedrez en el currículum? No lo tengo claro», asegura. Y también se muestra cauto con los resultados. «Cuando se habla de ese 25% de incremento de capacidad intelectual, nunca sabes si es porque la actividad le va al alumno, por sus cualidades, o porque realmente desarrolla ese potencial».

El vicepresidente de la Federación Asturiana de Ajedrez, Alberto Sánchez, imparte clases en Oviedo, en el colegio Santa María del Naranco, uno de los pocos que lo tiene integrado en su horario lectivo, y en La Ería y Las Campas. «Les enseño a mover las piezas, su valor, cómo empieza una partida y cómo acaba, pero también les pido que cuenten las casillas, cuántas hay en el ancho, cuántas en el largo, el número de piezas, las filas del tablero, las diagonales. Hacen cálculos y tienen visión espacial».

«La noticia del Congreso es positiva -añade-, pero su implantación dependerá de las comunidades», recordando que la decisión no es vinculante. A expensas de ver qué ocurre, de si se suma al horario lectivo, apunta que el ajedrez se podría impartir como «complemento de Matemáticas e Historia», pues está muy vinculado a ambas materias.

¿Y quién impartiría las clases?, se preguntan muchos. El vicepresidente de la federación considera que deberán ser profesores, con conocimientos de Pedagogía, y con una base de ajedrez. En caso de necesitar formación para el nivel de iniciación o perfeccionamiento, la entidad podría ofrecer su experiencia a través de cursos.