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A. R. / AGENCIAS
Miércoles, 7 de octubre 2015, 00:14
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En el día en que Cáritas presentó en Madrid su memoria de 2014, y anunció que el número de usuarios parece estabilizarse, el director de la ONG en Asturias, Ignacio Alonso, aprovechó para reclamar a la clase política asturiana un mayor compromiso con las personas en situación de exclusión social.
Fue después de recibir la visita de la presidenta del PP regional Mercedes Fernández cuando a preguntas de los periodistas, Alonso indicó que su intención es hacer llegar sus reivindicaciones a todos los partidos políticos. Y alertó de que, a pesar de las cifras nacionales, existe un «gran escalón» entre las personas que están ser excluidas con respecto al resto. Es más, considera que hay una «cronificación» de su situación y lo peor, añade, es que «no se aprecian signos de mejora».
De hecho, ni siquiera el trabajo es ya garantía de salvación en medio de esta crisis. Según la memoria nacional de Cáritas, el 53 % de las personas que acuden a pedir ayuda en todo el país viven en hogares donde alguno de los miembros trabaja, de forma que tener un empleo «no parece que esté ofreciendo suficiente protección» ante el impacto de la pobreza o la exclusión social. El trabajo precario puede tener mucho que ver en este aspecto.
Es una de las conclusiones de la Memoria Confederal de Cáritas de 2014, organización que atendió el año pasado a 2.197.461 personas en España, lo que significa una «estabilización» respecto al aumento de los últimos años.
Entre otros datos, el informe señala que hay personas desempleadas en el 65,8 % de los hogares asistidos.
El 59,2 % de las familias atendidas por Cáritas acudieron previamente a los servicios sociales públicos, fundamentalmente municipales. En su visita a la sede de cáritas en Oviedo, Mercedes Fernández abordó diferentes aspectos de la tarea de asistencia que realiza en beneficio de los más necesitados. Y trasladó a sus responsables su voluntad de ayudar a su labor desde las instituciones así como de cooperar «de forma inteligente, selectiva y eficaz, pero silenciosa» a las respuestas que da Cáritas con el objetivo de que los recursos «sean gestionados de la forma más eficiente».
En este sentido, y tras reclamar la elaboración de una nueva Ley de Servicios Sociales, la dirigente popular abogó por «perfeccionar» el funcionamiento de un «buen instrumento» como es el salario social de forma que se «aliente» a sus perceptores hacia el trabajo y que reciban la prestación bajo una tutela formativa.
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