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El descenso por el río Cares-Deva en canoa es una actividad que registró 25.000 personas en 2016.
Justifican el cierre de la zona de desembarco del Cares por «seguridad»

Justifican el cierre de la zona de desembarco del Cares por «seguridad»

El alcalde cántabro adoptó esta medida tras las críticas vecinales y propone interceder con Costas para mejorar el terreno del Llance

EVA FERNÁNDEZ

Miércoles, 18 de enero 2017, 00:20

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El alcalde de Val de San Vicente, el socialista Roberto Escobedo, se reunió ayer con el presidente y el vicepresidente de la Asociación de Albergues y Turismo Activo en Cantabria (Acanta), Antonio Arias y Óscar José Sánchez, respectivamente, para intentar resolver el conflicto de la zona de desembarco de canoas en el río Deva tras el cierre el pasado 1 de septiembre de la finca de Campalarga por parte del consistorio. Según les trasladó el regidor municipal, el cierre se realizó «por falta de seguridad» para el tráfico rodado. Por este motivo, el Ayuntamiento ofreció como alternativa otro terreno, situado en la zona del Llance, al otro lado de Unquera, un área, según el primer edil, totalmente apta al disponer de los accesos y aparcamiento necesarios. Sin embargo, las seis empresas de turismo activo que operan en la zona no comparten esta opinión.

La asociación celebrará entre el lunes y el martes una reunión con sus asociados para explicarles la postura de Escobedo y su rotunda negativa a dar su brazo a torcer en la ubicación del desembarco de canoas en beneficio de las empresas que trabajan entre Panes y Unquera. «El alcalde no impide desembarcar en Campalarga pero no pueden entrar los vehículos a recoger a los pasajeros. Eso solo es posible en Llance», explicó Arias al término del encuentro. Entre ambos puntos dista casi un kilómetro y medio. El alcalde se mostró contundente en su decisión, según explicaron desde Acanta, y propuso al colectivo interceder con la Demarcación de Costas para mejorar la zona de embarcadero situado en el área de Llance, próximo al campo de fútbol, ante las críticas vertidas por las empresas sobre las malas condiciones que presenta la zona para desarrollar la actividad.

Entre las empresas, se plantean ahora diferentes propuestas pero, según manifiesta alguna de ellas, «no vamos a ir a ese emplazamiento. Según indicaron, esta ubicación dificulta la recogida de los clientes «coincidiendo con hora punta y un mayor tráfico en Unquera». Algunas de las medidas que se plantearon desde las empresas es, entre otras, una recogida de firmas para intentar que desde el Consistorio reconsideren la apertura de Campalarga. Otra de las alternativas que se plantean es ubicar el embarcadero en otra finca distinta pero, al parecer, es de titularidad privada y habría que negociar.

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