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Agentes de la Policía Local en un partido en La Cruz, en octubre de 2012, unos días después de que el vicepresidente fuera agredido por unos encapuchados.
El «acoso de ultraderechistas» lleva al Club Ceares a una «situación insostenible»

El «acoso de ultraderechistas» lleva al Club Ceares a una «situación insostenible»

El sábado un grupo de individuos «intentó agredir a varios aficionados» y, ya en el campo, protagonizó «provocaciones y saludos fascistas»

O. ESTEBAN

Lunes, 28 de julio 2014, 08:27

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No es la primera vez que se enfrentan al problema. De hecho, es algo que vienen sufriendo desde hace tiempo y que ya en varias ocasiones ha requerido de la intervención policial. «Posiblemente deberíamos haberlo denunciado antes, pero por no crear preocupación hemos ido callando hasta hoy». La Unión Club Ceares ha llegado al límite. Las continuas amenazas e incidentes han llevado a la directiva del club a hacer público un comunicado en el que cuentan cuál es la situación que viven. Dijeron 'basta' tras el partido del sábado cuando, «por segundo partido en casa consecutivo, un grupo de violentos elementos ultraderechistas, antes de asistir al partido, intentaron agredir a aficionados del Ceares en los alrededores de La Cruz».

Ellos mismos admiten que arrastran esta situación desde 2012. El 14 de octubre de aquel año un grupo de encapuchados intentaron asaltar las instalaciones del club y agredieron de forma brutal a su vicepresidente, que acabó con un fuerte golpe en el ojo, un labio partido y una contusión en el esternón. Tras las investigaciones policiales no hubo ningún imputado. La tranquilidad se rompió de nuevo el 1 de junio de 2014, en uno de los incidentes que el club había preferido no comentar para no crear más preocupación en el barrio y entre los aficionados. Pero lo cierto es que ese día se repetía escena, en pleno playoff, durante la visita a La Cruz del Trival Valderas. «Un grupo de violentos ultraderechistas subían en dirección a La Cruz para volver a hacer de las suyas», explica el club en su comunicado. Pero, afortunadamente, la policía les interceptó y les dispersó.

El último capítulo tuvo lugar este sábado. «Un grupo de ultraderechistas sube de nuevo a La Cruz, esta vez a cara descubierta, decididos a asistir al partido. Sin embargo, la actitud violenta e intimidatoria fue la misma. Tanto fue así, que intentaron agredir a varios aficionados en los aledaños del campo en la previa del partido e intimidaron a otros cuantos por el simple hecho de lucir la camiseta de nuestro equipo». La cosa no quedó ahí, porque una veintena de esos individuos asistió al partido. Aseguran que siguen al filial del Sporting, «equipo al que dicen animar pero al que por supuesto no representan, ni como institución ni como afición».

Dispositivo policial

El Cuerpo Nacional de Policía ya había preparado un dispositivo especial, en previsión de que pudiera haber incidentes de este tipo. Los agentes escoltaron a ese grupo en todo momento. «A pesar de ello tuvimos que asistir a continuas provocaciones y saludos fascistas» durante el partido. La situación fue «desagradable» y los aficionados del Ceares lamentan su «sensación de inseguridad», algo que evidentemente no debería ocurrir en un campo de fútbol.

En estas dos últimas acciones no ha habido que lamentar consecuencias peores. Pero «la gravedad del asunto es lo continuado de las acciones, con intentos organizados de agresión en los dos últimos partidos del Ceares en casa y, además, con el precedente de la agresión a nuestro vicepresidente». A eso suman «el acoso a aficionados y directivos». Con todo, el club asegura que han llegado al límite. «Es una situación insostenible que nos vemos obligados a denunciar públicamente como forma de defensa». Quienes les amenazan e intimidan «son pocos, pero suponen un verdadero problema de orden público para nuestro equipo y para nuestro barrio».

Confían en que esta denuncia pública sirva para «concienciar del problema». La afición del Ceares responde sin atender a las provocaciones. «El Ceares es una institución ejemplar» y sus seguidores han sido felicitados en muchas ocasiones por tener un «comportamiento inmejorable». Es la peor manera de iniciar la temporada, admiten, tras tantas horas de trabajo y tanta ilusión.

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