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Rodrigo Rato, abandonando la Audiencia tras ser interrogado.
Rato, convencido de que la tarjeta era para «gastos personales» y que era «pública y transparente»

Rato, convencido de que la tarjeta era para «gastos personales» y que era «pública y transparente»

«Si lo hubiera sabido, antes de irme de Bankia lo hubiera cambiado, no lo hubiera dejado así», afirmó ante el juez el expresidente asturiano de Caja Madrid

EFE

Miércoles, 22 de octubre 2014, 19:52

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El expresidente de Caja Madrid Rodrigo Rato estaba convencido de que la tarjeta para "gastos personales" que recibió el entrar en la entidad era "conocida, pública, nominativa, transparente y traceable", por lo que siempre pensó que formaba parte de su retribución y estaba sujeta a retención fiscal.

"Si lo hubiera sabido, antes de irme de Bankia lo hubiera cambiado, no lo hubiera dejado así", afirmó su expresidente al fiscal Anticorrupción durante su interrogatorio celebrado el pasado día 16 en la Audiencia Nacional, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso Efe.

Cuando Bankia le advirtió verbalmente el pasado verano de las anomalías de la tarjeta fue cuando él devolvió a la entidad los 54.837 euros que se había gastado y cuando ingresó otros 44.200 en una cuenta de la Fundación Caja Madrid por lo que había asumido la caja de dicho gasto.

Durante algo más de una hora, Rato reiteró que la tarjeta para "gastos personales" que le entregó el exdirector general Ildefonso Sánchez Barcoj, imputado como él por un delito de administración desleal, formaba parte de su salario y estaba sometida a retención fiscal. Y ello porque "no eran secretas ni emitidas de manera irregular", pues eran "conocidas por la secretaría general y todos los departamentos técnicos" de la caja desde hacía al menos 15 años antes de que él tomara los mandos de Caja Madrid, con unos límites ya establecidos.

"Es una tarjeta personal y a todas luces está comprendida en mi retribución, y además tiene un tope; se me explica que los demás miembros del consejo de administración y los del comité de dirección tienen una similar con topes diferentes según las responsabilidades, por lo que entiendo que son tarjetas ligadas a la retribución de cada uno, la pactada en cada caso", explicó.

Bankia heredó estos "instrumentos de cobro" porque el contrato de integración "planteaba que todas las peculiaridades de cada caja se trasladen al banco resultante", y las visas eran la de Caja Madrid.

Tras la integración, las visas se mantuvieron solamente para las cuatro personas que procedían de ella: Rato, Sánchez Barcoj, Matías Amat y José Manuel Fernández Norniella.

Fue en este momento cuando el fiscal se interesó por el motivo que llevó al ex consejero delegado de Bankia Francisco Verdú a no hacer uso de la suya, algo que el que fuera ministro de Economía dijo desconocer, pero que en todo caso Verdú no procedía de Caja Madrid y le "pareció que no era significativo" que no la usara.

El fiscal preguntó insistentemente por el responsable de dar ese carácter opaco a las tarjetas, a lo que Rato respondió que una entidad como Caja Madrid disponía de un departamento de personal, otro de medios, uno fiscal, además de auditorías internas y externas por los que debería haber pasado el asunto, y nadie en ningún momento le trasladó ninguna preocupación.

"Si a mí me hubiera planteado cualquier responsable de Caja Madrid, BFA o Bankia que unas retribuciones no estaban siendo retenidas, yo hubiera dicho que hay que retenerlas porque estamos ante un riesgo fiscal, aparte de otros regulatorios y de transparencia, indudablemente", subrayó.

Tampoco fue "consciente" de que pudiera haber vulnerado la política de retribuciones para consejeros y altos cargos contemplada en la Ley de Cajas de 2003, tal y como sugirió el juez Fernando Andreu en varias de sus preguntas.

"Debía ser una norma muy conocida por la secretaría general de la caja, pero yo no era consciente específicamente porque no me llamó la atención que estuviéramos incumpliéndola", señaló.

También insistió en que nunca entendió que las tarjetas supusieran un aumento de la retribución, sino solo una parte de ésta que se podía "cobrar en el momento, con flexibilidad mensual".

"¿Entiende entonces que hubo una falta de control, le engañaron?", preguntó Andreu, a lo que Rato solo pudo manifestar que él no dio "instrucciones sobre esta cuestión a nadie" porque nadie le "puso de relieve que debía ser puesta bajo cuestión".

Ante la insistencia del magistrado sobre cómo no se dio cuenta de que en su nómina no aparecían retenidas las cantidades que cargaba en la tarjeta, Rató aclaró que en Caja Madrid "la nómina estaba colgada en la Intranet, unas personas las consultarían y otras no".

En todo caso explicó que en su certificado de retención anual "no vienen especificados" individualmente los conceptos por los que cobró.

La respuesta llevó a Andreu a querer saber si "de verdad no habían querido ocultar" a Hacienda esos ingresos, pero Rato señaló que "unas tarjetas nominales no son ocultables, son lo más transparente porque dejan un trazo constante", por lo que "no podía saber" por que no se retuvieron.

"Pues yo tampoco", concluyó el juez. EFE

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