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Andreas Schierenbeck y Patrick Bass, con Ramón Sotomayor, al fondo, prueban 'Accel'.
Thyssenkrupp fabricará en Asturias el nuevo transporte para pasajeros ideado en Gijón

Thyssenkrupp fabricará en Asturias el nuevo transporte para pasajeros ideado en Gijón

El presidente del Principado, Javier Fernández, confía en que el nuevo producto «tendrá demanda, sin ninguna duda, y eso se traducirá en empleo»

AIDA COLLADO

Jueves, 23 de octubre 2014, 00:15

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Visualmente se parece mucho a un pasillo rodante tradicional, como los que ya fabrica la compañía y pueden encontrarse en muchos aeropuertos, pero la tecnología aplicada para elevar la velocidad a la que viajan los pasajeros -que llega a alcanzar los 2 metros por segundo (7,2 kilómetros por hora)-, así como las posibilidades que esta aceleración ofrece, convierten 'Accel', el nuevo producto lanzado por Thyssenkrupp Elevator, en un invento completamente innovador. Ayer, la multinacional lo presentó a nivel mundial en Gijón, en cuyo centro de I+D+i fue desarrollado. Así, se mostró al mundo «una nueva solución para el transporte de pasajeros» cuyas primeras series, anunciaron los máximos responsables de la compañía, comenzarán a fabricarse en el Principado.

«El paso inicial es fabricarlo en la factoría de Thyssenkrupp Norte», en Mieres, sin que esto signifique que más adelante no pueda ser desarrollado también en las plantas de Hamburgo (Alemania) o Zhongshan (China), informó el consejero delegado de la empresa para el Sur de Europa, África y Oriente Medio, Ramón Sotomayor. En este sentido, quiso destacar la «historia de compromiso que nos une a un mercado -el español- que nos ha tratado bien y que incluso en un momento complicado como éste nos da su apoyo». Asturias, insistió, «siempre nos ha acogido bien y el centro de investigación revierte en el tejido industrial de la región y en un crecimiento económico sostenible».

Uno de los invitados fue, precisamente, el presidente del Principado, Javier Fernández, quien se mostró satisfecho de la evolución del proyecto, que «ahora es una realidad hecha aquí, con innovación, investigación y desarrollo». Destacó como «extraordinariamente importante» el trabajo realizado en el centro y se mostró convencido de que el nuevo producto «tendrá demanda, sin ninguna duda». Y «esa demanda -ahondó-, se traducirá en fabricación y, al final, en empleo».

La presentación corrió a cargo de los pesos pesados de la empresa, con Andreas Schierenbeck, consejero delegado y director ejecutivo de la compañía, a la cabeza. Él fue el encargado de poner a los asistentes en antecedentes: en un par de años, el 70% de la población mundial vivirá en ciudades. Esto significa que en 2030 habrá más de un centenar de ciudades que superen el millón de habitantes. «Los viajes interurbanos son muy complejos, cuanta más gente, más dificultades. Y, aunque hay transporte público, en muchas ocasiones no está cerca y resulta incómodo», diagnosticó. 'Accel', dijo, aumenta el radio de acción de cada estación de metro, ahora situado en unos 500 metros, «hasta duplicarlo», ya que cubre distancias de entre 100 y 1.500 metros, siendo su funcionamiento óptimo en distancias de entre 300 y 900 metros.

Es capaz de transportar a 7.300 pasajeros por sentido y hora (el producto tiene dos versiones: unidireccional y bidireccional) y puede instalarse en estaciones ya existentes, lo que serviría para atraer hasta un 30% más de pasajeros. También sirve como solución para acercar las puertas de embarque de los aeropuertos -reduciendo en dos tercios los tiempos de tránsito actuales- e incluso sus terminales, además de perfilarse como una nueva solución para el transporte de pasajeros entre puntos estratégicos de las ciudades (solo necesita un techo), como edificios o parques.

El responsable de I+D del grupo, Patrick Bass, profundizó en las soluciones técnicas que aplica el producto. «Un elemento clave es la experiencia de usuario y 'Accel' es seguro, divertido, sencillo y de uso intuitivo», resaltó. Uno de los principales retos fue que el viajero no notase la aceleración y desaceleración en el pasillo, al que entra y sale a 0,65 metros por segundo, para alcanzar como velocidad punta los 2 metros por segundo. Y se consiguió con una tecnología de motores lineales y un sistema que alterna paletas grandes y pequeñas. El coste, eso sí, «será proporcional a la distancia que cubre». Mayor al de un pasillo rodante tradicional e inferior a de otras soluciones de transporte, como los trenes lanzadera.

Queda por ver la aceptación entre los clientes, que marcará el ritmo de producción. De momento, Thyssen estudia ya tres posibles proyectos.

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