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Glorieta creada junto al Hospital de Cabueñes en la última reforma culminada en 2011. Ahora se habla de crear un anillo verde alrededor del complejo sanitario gijonés.
Tarjeta de visita para entrar en Cabueñes

Tarjeta de visita para entrar en Cabueñes

Los redactores del plan de ampliación plantean regular la afluencia de público en el hospital

LAURA FONSECA

Lunes, 27 de abril 2015, 00:59

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«Muchas habitaciones del hospital parecen una romería y eso no puede ser». Es una de las quejas más repetidas por los profesionales de Cabueñes, pero también por varios de los pacientes hospitalizados que así lo trasladan al personal de Enfermería de las plantas, obligado en ocasiones a ejercer casi de 'porteros de discoteca'. Los expertos que han participado en la elaboración del Plan Funcional para la ampliación de Cabueñes se han hecho eco de este reclamo y plantean establecer algún tipo de regulación con el fin de que las habitaciones del centro hospitalario no sean, un día si y otro también, un corrillo interminable de visitas de familiares y allegados. «Es bueno que el paciente esté acompañado, pero eso no significa que en la habitación tenga que haber hasta ocho o diez personas», afirma un histórico médico que prefiere mantenerse en el anonimato porque, afirma, «el tema de la masificación de las visitas es un problema y un asunto espinoso, y parece que molesta que lo digas en voz alta».

PROPUESTAS

  • 1 Nuevo edificio

  • Estará en la finca de 22.000 metros cuadrados que se anexionará al hospital ahora existente. En él se ubicarán las urgencias, quirófanos, cirugía ambulatoria y radiología, principalmente. El Plan Funcional no desvela cuántas alturas tendrá.

  • 2 Aparcamiento

  • Se intentará aprovechar el desnivel actual de la zona para crear un parking en altura. También se habilitará una zona de aparcamiento subterráneo. El hospital dispone en la actualidad de 700 plazas de aparcamiento.

  • 3 Habitaciones de 2 camas

  • Se intentará erradicar el uso de camas supletorias, una medida a la que se suele recurrir cuando el hospital está saturado.

  • 4 Baños adaptados

  • En todas las habitaciones de hospitalización. Esta actuación obligará a coger parte del espacio de las habitaciones. De ahí que en el hospital reformado no pueda haber habitaciones de tres camas.

  • 5 Cuidados intermedios

  • La unidad, de nueva creación, tendría entre seis y ocho camas.

  • 6 Unidad de neonatos

  • Abierta 24 horas y donde los padres tengan un lugar destacado en el cuidado de los niños ingresados.

  • 7 Quirófanos

  • En total habrá 16 convencionales, cuatro más de los que hay ahora. Cuatro serán 'inteligentes'. Habrá otro para obstetricia y uno más para urgencias.

  • 8 Zona ambulatoria

  • Será una de los ejes centrales del nuevo Cabueñes. Se prevé que el hospital recupere los servicios que ahora están en Pumarín y en la Casa del Mar.

  • 9 Dolor torácico e ictus

  • Serán dos de las nuevas áreas con las que contará Urgencias, donde seguirá dividida la atención de adultos de la pediátrica.

  • 10 Redes sociales

  • Twitter y Facebook serán herramientas a las que recurra Cabueñes en el futuro.

Una norma para todo el Sespa

Establecer algún tipo de filtro ante lo que se considera una desbordada afluencia de público en las plantas es uno de los objetivos que los redactores del Plan Funcional de Cabueñes plantean con vistas a la ampliación. Pero no solo para el hospital gijonés sino para el conjunto de centros sanitarios del Servicio de Salud del Principado (Sespa). En este sentido, proponen establecer una normativa que sea homogénea en todo el Sespa, que pasaría por habilitar una suerte de tarjeta familiar de visita hospitalaria. Actualmente, cada uno de los centros hospitalarios tiene regulado el acceso de público de diferente manera, aunque por lo general el horario para poder ver a los enfermos hospitalizados suele ir de las 12 a las 20 ó 21 horas. En el antiguo Hospital Central había servicios que lo tenían extendido hasta las diez de la noche.

En el documento sobre la reforma de Cabueñes (un compendio de 65 páginas que es el resultado de la participación de un centenar de profesionales) se habla de crear 'tarjetas de identificación de cuidador'. No es la primera vez que se plantea algo así. Ya otras administraciones sanitarias del Principado intentaron abordar este asunto, que se agrava especialmente en el caso de Cabueñes debido a que muchas veces «el hospital debe instalar una tercera cama en las habitaciones», una práctica que se busca erradicar una vez se lleve a cabo la reforma. El Sespa llegó a elaborar en su día un plan de confortabilidad donde se mencionaba la necesidad de establecer filtros a las visitas, en consonancia con los deseos y las necesidades de los enfermos.

Lo cierto es que la tarjeta de visita hospitalaria no es del todo novedosa. Llegó a ser utilizada en Asturias en los tiempos del extinto Insalud. Pero su uso no fue para nada exitoso. Más bien, todo lo contrario. El intercambio y 'trapicheo' de tarjetas entre familiares y amigos era práctica corriente a la puerta de los hospitales. Un plan de humanización desarrollado por el Ministerio de Sanidad a mediados de la década de los ochenta echó por tierra estas tarjetas y propició la apertura de los hospitales al público. El último centro que empleó este sistema en Asturias fue el Hospital de Jove, que también acabó por desterrarlo ante el conflicto que provocaba entre el personal de seguridad y los pacientes que intentaban burlar el control.

Internet de cortesía

Otro de los aspectos destacados del Plan Funcional de Cabueñes, documento que se encuentra colgado en la web de la Consejería de Sanidad, está relacionado precisamente con éste último centro: Jove. Este hospital de carácter concertado se ocupa de la atención de la población asignada al Distrito I (la zona Oeste, fundamentalmente). En este sentido, los expertos afirman que a la hora de evaluar la atención sanitaria en Gijón hay que tener en cuenta el conjunto de centros hospitalarios de los que dispone el área que son, además de Cabueñes, los de Jove y Cruz Roja. Los profesionales no consideran necesario ni urgente que Cabueñes dispongan de más camas para ingreso y estiman suficientes las 494 plazas actuales. En gran medida, porque el futuro del hospital «debe pasar por la cirugía ambulatoria», la que permite que el paciente abandone el hospital al poco de ser operado, sin necesidad de que haga noche en el mismo. También porque Gijón dispone de un colchón de cincuenta camas disponibles en Jove y que históricamente no son utilizadas. Algo que podría cambiar.

La ampliación que plantean los profesionales y que la Consejería de Sanidad parece dispuesta a asumir no solo pasa por la construcción de un nuevo edificio junto a la zona de Urgencias, sino por otro tipo de mejoras vinculadas a aspectos no estrictamente arquitectónicos. Se habla, por ejemplo, de instalar hilo musical permanente en la UCI o de dotar a todo el hospital de wifi y de conexión 5G. También proponen facilitar «internet de cortesía» a los pacientes, habilitar un mayor número de ascensores en el bloque de hospitalización para evitar las aglomeraciones actuales y velar por la intimidad de los familiares mediante la creación de una sala de información de duelo, que ahora no existe.

Cabueñes crecerá en superficie (se incorporará una parcela de 22.000 metros cuadrados) y en quirófanos. Habrá hasta 16 salas de cirugía frente a las 12 convencionales de la actualidad. Cuatro serían quirófanos integrados ('inteligentes'). Se trata instalaciones quirúrgicas que ya funcionan en el nuevo HUCA, totalmente digitalizadas y con acceso directo y en el momento a la historia clínica del paciente.

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