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La vivienda en la que encontraron a los niños solos.
La Policía no halla ningún rastro de la madre de los tres niños abandonados

La Policía no halla ningún rastro de la madre de los tres niños abandonados

No se ha registrado en hoteles ni pasado por controles policiales que faciliten pistas sobre su paradero; los agentes tildan el caso de «extraño»

ANA SALAS

Lunes, 22 de diciembre 2014, 00:24

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Aunque M. J. G. F. dejó alguna vez a sus hijos solos en casa, nunca lo hizo durante tanto tiempo. La Policía Nacional los encontró abandonados en la madrugada del viernes en la vivienda de la calle Benjamín Ortiz, en Pumarín. Los agentes habían sido alertados por los vecinos tras sus insistentes llantos. De la mujer no se ha sabido más. No es habitual que una madre desaparezca de esa forma dejando a sus hijos, en este caso tres de tres, dos años y un bebé de pocos días, por eso los agentes que investigan el caso lo califican de «extraño». Dejan abiertas todas las hipótesis: que la madre no pudiera más con una situación que le sobrepasaba y decidiera marcharse; que esté retenida contra su voluntad; o que le haya podido ocurrirle cualquier otra cosa. Por el momento, y al cierre de esta edición, lo que saben es que no hay rastro de esta vecina de Pumarín.

  • Las claves

  • La Policía. Encontró en la madrugada del viernes a los tres niños solos. La madre llevaba horas sin regresar al piso de Pumarín.

  • La mujer. Ejerce ocasionalmente la prostitución. Desde que la Policía la busca, nadie la ha vuelto a ver.

  • Las hipótesis. Pudo irse, estar retenida o que le haya ocurrido algo. Son las opciones que barajan.

Según fuentes próximas al caso, no se ha registrado en ningún establecimiento hotelero ni pasado por ningún control policial en el país, donde se le busca. La Policía Nacional ha emitido una orden de búsqueda a nivel nacional, mientras en Asturias realiza todo tipo de gestiones con resultados, hasta ahora, negativos.

La madre llevaba una vida poco corriente y, según los investigadores, relacionada «con la prostitución». Una de sus parejas más estables de los últimos tiempos, con la que convivió, falleció hace dos meses, explican las mismas fuentes. Los agentes también han contactado con compañeros anteriores sin que les hayan podido poner sobre una pista fiable. Lo mismo ocurre con su familia. La desaparecida tiene otro hijo más, el mayor, que reside con su madre en La Corredoria. La abuela, que no ha podido hacerse cargo del resto de sus nietos y están bajo la tutela del Gobierno regional, también desconoce el paradero de su hija.

Los agentes continúan investigando el caso como si se tratase de un abandono, a falta de que aparezcan pruebas que digan lo contrario o les guíen hacia otra dirección. Los niños poco a poco recuperan la estabilidad. El bebé ha sido trasladado al centro Materno-Infantil después de pasar por Urgencias, mientras sus dos hermanas continúan hospitalizadas. En la planta de Pediatría del HUCA las atienden con mimo. Llegaron al hospital sin nada, siquiera unos zapatos.

Así fue como los encontraron los agentes el viernes de madrugada cuando accedieron a la vivienda a través del patio interior. Una casa totalmente desordenada y sucia en la que descubrieron a tres niños solos. El más pequeño, de menos de un mes, desnudo y tiritando sobre una cama; su hermana de dos años con una lata de cerveza entre las manos y golpeándose contra una pared; la otra pequeña, de tres años, sentada y con la mirada perdida.

Una escena desolador que la Policía sigue sin poder explicar tres días después, con otra protagonista: una mujer a la que sus vecinos describen callada y con un aspecto desaliñado, que fue universitaria pero que a sus 41 años la vida se le ha puesto difícil.

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