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Aarón Zapico, al frente de uno de los ensayos de la Orquesta de Cámara de Siero.
Traca final para el Jovellanos

Traca final para el Jovellanos

La Orquesta de Cámara de Siero pone en escena ‘Música para los reales fuegos de artificio’, con 60 músicos dirigidos por Aarón Zapico y 83 cañones de aire comprimido

Azahara Villacorta

Viernes, 24 de abril 2015, 18:43

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Han probado casi de todo con tal de conseguir fuegos artificiales de interior «para delirio de los servicios de limpieza del Jovellanos»: bolas de porexpán (resultaron poco densas), helicópteros de papel (demasiado endebles), esponjas de colores (tampoco funcionaron). Casi todo lo imaginable para que el domingo el coliseo gijonés tenga una traca como merece y el público pueda disfrutar de toda su magia desde el patio de butacas, ya que, «como es lógico, no se puede utilizar pólvora dentro de un teatro».

Lo explica un «satisfecho» Manuel Paz, que cuenta que está «muy contento» porque, finalmente, han conseguido dar con la cuadratura del círculo, «algo que poca gente en el mundo puede hacer», gracias a 83 cañones de aire comprimido que, conectados mediante 200 metros de cable y con varios elementos en su interior como cintas y luces led, permitirán poner en escena pasado mañana Música para los reales fuegos de artificio, una composición de Haendel que se estrenó el 27 de abril de 1749 por encargo de Jorge II de Inglaterra para ser sincronizada con un castillo de fuegos artificiales y que se representó en el londinense Green Park con el objetivo de conmemorar el final de la Guerra de Sucesión austriaca y la firma del tratado de Aquisgrán.

En esta ocasión, este espectáculo renovado por tres ingenieros de la Orquesta de Cámara de Siero estará protagonizado por los integrantes de la propia OCAS, dirigida para la ocasión por Aarón Zapico, en colaboración con varios músicos asturianos que se han unido a la plantilla orquestal. En total, explica el coordinador de la cita, «60 intérpretes muy motivados porque, para ellos, ha sido un gran aliciente trabajar con alguien de ese calibre y con tanto criterio para la música barroca». Este recital «que no hay que perderse» y que promete ser «divertidísimo y redondo», además de «dejar con la boca abierta», se representará en dos funciones sobre las tablas del Jovellanos: una a las 12 del mediodía, enfocada al público familiar (5 euros), y otra a las 8 de la tarde, destinada a todo tipo de espectadores (10 euros).

Pero la parte musical es sólo una de las patas de este espectáculo prodigioso que combina disciplinas como teatro y danza. Al frente de la coreografía estará María Larroza y Laura Iglesia se encargará de la dirección de escena, que también promete ser de traca, con una iluminación rompedora, un maestro de ceremonias, acróbatas, break dance y una recaudación que irá destinada a dos proyectos solidarios para que nada sea convencional.

Y un último secreto que desvela Paz: «El detonador de todo el circuito eléctrico es el mando de una Wii tuneado».

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