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Mary Wittenberg, ayer en el Reconquista.
«No vamos a parar hasta que tengamos a todo el mundo corriendo»

«No vamos a parar hasta que tengamos a todo el mundo corriendo»

«El Premio Príncipe es el mayor honor que hemos recibido hasta la fecha, lo recogemos en nombre de la ciudad de Nueva York y de todos los corredores»

M. F. antuña

Miércoles, 22 de octubre 2014, 23:55

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Es mucho más que deporte. Para Mary Wittenberg (Buffalo, 1962), presidenta del New York Road Runners (NYRR) y directora del maratón de Nueva York, el running tiene una capacidad transformadora que está por encima de la épica de los 42.195 metros. Por eso, insiste, más allá del maratón que cada noviembre hace de la Gran Manzana una fiesta, están el antes y el después. Hoy dará una charla (19 horas) en la Colegiata de San Juan Bautista de Gijón.

-El año pasado 19 personas de más de más 80 años corrieron los 42 kilómetros de Nueva York. ¿Todo el mundo puede correr un maratón?

-Sí. Todo el mundo, si se entrena, puede hacerlo.

-¿Por qué hacerlo? ¿Por qué correr?

-Cada uno tiene su propio motivo. Hay quienes lo hacen porque quieren estar con su familia, otros para perder peso, para sentirse bien mentalmente o físicamente, para conseguir mejor marca... Los motivos son distintos, esa es la belleza, la bondad de correr. Es bueno para cuerpo, mente y espíritu.

-¿Qué importa más las piernas, el corazón o la cabeza?

-Para el maratón necesitas todo. Yo creo que lo más importante es el espíritu. Lo que haces es marcarte una meta, muy importante, y lograrla, y esa sensación de logro es muy poderosa y se traspasa a otras áreas de la vida. Por eso es mucho más que deporte, es la razón de que haya tantísimos corredores y de ese aumento global que se está produciendo: ayuda en muchos sentidos, porque te pone en forma, pero al mismo tiempo aporta otros beneficios duraderos.

-Organizan el evento deportivo más multitudinario del mundo. ¿Es factible crecer aún más?

-Sí. Le doy un ejemplo: tenemos cincuenta carreras al año, programas en 600 colegios, 400.000 personas corrieron con nosotros el año pasado, pero hay ocho millones de neoyorquinos y tenemos que involucrar a más, queremos que corra la mayor cantidad posible. Y también queremos que en otras ciudades vean que pueden hacerlo. Fíjese en el caso de España, hace cinco años había muchísimas menos carreras. Sudamérica crece, Oriente Próximo también, China está empezando... No vamos a parar hasta que tengamos a todo el mundo corriendo.

-Pero en el maratón hay 50.000 corredores. ¿Es posible que sean más?

-Nosotros intentamos ser el mejor maratón y ser el más inspirador, queremos crecer en ese ámbito. El maratón es una celebración final, pero queremos llevar la misma emoción a otras carreras que organizamos y hacer mediomaratones en los cinco distritos.

-Sabe que hay quienes piensan que el maratón ha saltado la barrera deportiva para convertirse en un negocio. ¿Qué le parece?

-La esencia de correr es algo muy individual y personal, muy tranquilo y sereno, y el maratón es solo un día de fiesta, al que siguen y preceden muchas jornadas de entrenamiento. Nosotros sabemos lo que hay detrás, las horas silenciosas. Por eso nos preocupa que se sepa que tenemos distintos eventos para corredores, y no todos son grandes, también hacemos carreras a bajo coste, queremos alcanzar ese equilibrio... Pero sí, un día al año hay una superfiesta. ¿Qué piensa usted?

-Evidentemente es caro, no todo el mundo puede participar.

-Es cierto, nosotros tratamos de abaratar costes, facilitar formas más baratas a los corredores y también intentamos hacer que el resto de carreras sean atractivas.

-Es la primera mujer que dirige el maratón. ¿Qué le parece el boom del running entre las mujeres?

-Me fascina que las mujeres corran. Es bueno porque en muchos países las mujeres no crecen con las mismas posibilidades de practicar deportes que los hombres, y el deporte te fortalece espiritual, mental y físicamente. Ocurre que mujeres que no han hecho deporte de pronto se dan cuenta de que pueden correr, y eso en muchos países va más allá de una cuestión personal, es algo que puede provocar el cambio. Cuando las mujeres empezaron a correr en EE UU no había igualdad y yo pienso que el deporte también ayudó a alcanzar la equidad que hoy tenemos. Que las mujeres corran puede generar, en definitiva, un cambio.

-Usted sabe bien cómo ha evolucionado el running en su país...

-Claro, antes se corría solo para competir. Cuando yo estaba en el colegio, era la más rápida del equipo y esa era la razón para correr, pero hoy los chicos dicen: «Voy hacerlo para mí, no importa ser el más veloz». En EE UU ahora en el maratón está ya al 50% de hombres y mujeres, pero en Europa todavía estamos en el 25%.

-¿Ganarán pronto las mujeres?

-Sí, en diez años.

-Los grandes récords son masculinos. ¿Verá usted bajar la barrera de las dos horas?

-Sí, lo vamos a ver. Yo creo que en veinte años, pero espero que sean diez. Es más importante correr que conseguir un récord, pero esa será una marca mágica. No hay ningún motivo para que el cuerpo no pueda.

-Hablaba antes de los programas educativos. ¿Por qué ese empeño con los niños?

-Es importantísimo que los niños se muevan, que hagan actividad física, y el running les hace estar en forma física, les hace conectar con el cuerpo, lo que se traduce también en comer mejor. Es buenísimo para la salud mental. Recientemente se ha hecho un estudio con cien niños que corrían unos tres kilómetros al día y cien que no lo hacían y el resultado fue que la parte frontal del cerebro se desarrolló más rápido en los corredores. Es decir, correr incrementa el desarrollo cerebral, y no solo eso, sino que ayuda a concentrarse mejor en el colegio. Correr completa a la persona. Para nosotros es fundamental, tanto que nos hemos gastado cinco millones de dólares el próximo año para nuestros programas educativos.

-¿El éxito del ultrafondo acabará con la épica del maratón?

-42 kilómetros es una distancia larguísima, nadie va a poder con esa épica nunca. Además, la épica de Nueva York la da la ciudad, los lugares por los que discurre la carrera, la celebración, los espectadores. El ultrafondo es cada vez más popular, sí, pero no es algo que pueda hacer todo el mundo.

-¿Qué supone el Príncipe de los Deportes para NYRR?

-Es el mayor honor que hemos recibido hasta la fecha. Lo recogemos en nombre de la ciudad de Nueva York y de todos los corredores. Realmente es un ejercicio de humildad para nosotros, nos sentimos honradísimos porque habla de ese espíritu de comunidad y el esfuerzo que aúna corredores y espectadores.

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