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Los diferentes nombres de Dios en Facebook

Los diferentes nombres de Dios en Facebook

En Facebook puedes entrar como si lo hicieras a un supermercado espiritual, en el que abundan charlatanes, pero en el que también se encuentran propuestas e invitaciones serias

Eva Vélez

Domingo, 29 de marzo 2015, 08:05

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Facebook es un gran patio de vecinos en el que existe la imperiosa necesidad de mostrarse y de mirar. Esta red ha cambiado por completo en sus casi 11 años de existencia la forma en la que nos relacionamos en internet y ha permitido a muchas personas retomar el contacto con amigos.

Hasta aquí, primera noción de lo que nos sugiere Facebook. Pero, como decía Paul Éluard, hay otros mundos, pero están en éste (Facebook). Y el uso confesional es uno de los que más grupos y seguidores activos tiene en la red, junto con los deportes, los viajes y los programas y personajes televisivos.

En Facebook se puede entrar como si se hiciera a un supermercado espiritual, en el que abundan charlatanes y caraduras, pero en el que también se puede encontrar propuestas e invitaciones serias. Ejemplos hay cientos, pero quien se lleva el premio gordo es 'Jesus Daily', auténtico caso de estudio con más de 23 millones de personas que siguen esa página, convirtiéndola, en números absolutos, en la más seguida a nivel mundial.

En la mayoría de los casos son los creyentes los que se involucran en la creación de estas páginas, demostrando que su fe es parte integrante de su experiencia digital.

Incluso, algunas congregaciones religiosas han contado con la ayuda de un experto en posicionamiento en Google para aparecer en las primeras posiciones cuando alguien teclea, por ejemplo 'cómo ser monja'. Y esto, ¿por qué? Según las religiosas, "hoy nadie viene al convento, así que hay que salir. Estar en Twitter, en Facebook...".. Así lo explican las Carmelitas de Valladolid, que tienen 8.127 me gusta en Facebook, 461 seguidores en Twitter, 1.867 suscritos a su canal de YouTube y una cuenta en WhatsApp para responder a chicas con dudas y otra en Livestream para retransmitir en directo diferentes eventos.

En 1966, había en España 6.695 novicias. En 1980 eran menos de 750; hoy no llegan a 250. Así que su posicionamiento en Facebook está más que justificado.

También la congregación de las Siervas de Jesús ha recurrido a internet para captar vocaciones. Si los jóvenes buscan por estos cauces, tenemos que estar ahí. Tenemos web, Facebook y Twitter, afirman desde la congregación.

¿Qué es lo que determina el éxito de estas páginas con contenido religioso? Sobre todo, el hecho de que no se limiten a difundir un mensaje o a publicar noticias, sino que comparten contenidos que inspiran a los participantes de las redes sociales a interactuar y a crear debate entre ellos, buscando una verdad religiosa.

La oferta es numerosísima. No solo de confesiones católicas, también de otras religiones en general. Y son cuantiosas las páginas de Facebook de parroquias o de diócesis. Ejemplos:

Parroquia de Lugo de Llanera

Parroquia de San Juan Bautista de la Corredoria

Escolanía de Covadonga

Cofradía del Santo Entierro en Oviedo

Jugando en casa, no debemos dejar pasar por alto los diferentes grupos que tienen a la Virgen de Covadonga como protagonista, teniendo todos en común la fe y la devoción. Santuario Covadonga anima a todos sus amigos a visitar la Basílica, vivir intensamente esta Semana Santa y compartir fotografías del Real Sitio.

Desde este grupo explican orgullosos los orígenes del Santuario en Cangas de Onís y, para aquellos que lo desconozcan, recuerdan la leyenda que cuenta que la Virgen ayudó a los cristianos capitaneados por Don Pelayo provocando un desprendimiento de rocas que diezmó al ejército árabe. Esta victoria es legendariamente considerada como el inicio de la Reconquista y la reinstauración de los reyes cristianos en la Península.

Cuando 'no es oro' todo lo que reluce

Sin embargo, los creyentes pueden encontrarse páginas en las que el aspecto religioso es lo de menos, siendo la broma y la charlatanería la nota predominante e irrespetuosa. Se cuentan por decenas las supuestas congregaciones que tienen un espacio propio en Facebook abierto a atender las dudas de quienes se sienten atraídos por la vida contemplativa. Pero 'no es oro' todo lo que reluce.

Clemente Domínguez se hizo muy popular en España al fundar la Iglesia Cristiana Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz o Iglesia Católica Palmariana, escisión herética de la Iglesia católica que tuvo su origen en la rden de los Carmelitas de la Santa Faz en 1975 y que nombra a sus propios papas, obispos y sacerdotes. Siendo más mundanos, consiguió ser todo un personaje en España por autoproclamarse Papa. Pues bien, cuenta con su propia página en Facebook, aunque lleve fallecido desde 2005.

Se anuncian en la red social como 'tu mejor aliado en internet contra el satanismo ateo, nazi y drogadicto'. Así, con un mensaje más que claro. Su nombre en Facebook: 'Juventud cristiana anti-sectas'.

Con esta carta de presentación llama la atención que tengan más de 60.000 seguidores en Facebook. Un simple vistazo a su página deja de manifiesto que abusan de la caricatura y delirio crítico contra el ultraconservadurismo católico.

Advierten y avisan de forma continuada del peligro de la red, 'terreno abonado para la herejía' porque, como dicen 'es imposible convencer a un ateo de internet de nada porque sus creencias no están basadas en evidencias, sino en la necesidad de blasfemar y pretender ser popular".

Uno de sus delirios y obsesiones son los supuestos traumas infantiles que pueden derivar en un 'ateísmo satánico, drogadicto y nazi'. Como ejemplo, su reseña de los Teletubbies: "Eran el resultado de años de investigación sobre la conducta humana, el efecto de las drogas psicoactivas como la marihuana y los traumas craneoencefálicos. Lo primero que sucede cuando a alguien se le expone a ellos es una pérdida parcial del habla seguida por el uso exageradamente frecuente de frases como 'ota es' (otra vez), 'quiero mi butipapia' (quiero mi sopa), 'oa' (Heil Hitler) y al poco tiempo después los individuos comienzan a rendirle culto al sol y a hacer lo que les indica una voz imaginaria".

La lista de objetivos a perseguir de 'Juventud cristiana anti-secta' es infinita. Destacan sus flechas contra la homosexualidad y los videojuegos ('causantes de los peores males que pueda sufrir la humanidad').

El 'catálogo' de boutades es tan infinito como los pelajes de los autores de los perfiles.

Dios es bueno alcanza la friolera de 12 millones de 'me gustas' y sus entradas hablan desde un niño de 8 años que visitó el cielo y el infierno y por el camino el mismísimo Cristo le adoctrinó, hasta muchachos bien plantados que despertaron del coma. Todo un ramillete de milagros, por supuesto sin ser comprobados por la iglesia católica.

'La Castidad está de moda' atesora casi 50.000 'me gustas'. En su descripción, se definen como 'educadores de la juventud en el amor y la sexualidad, enseñándoles el recto camino de una relación en Cristo, edificada en el respeto, el compromiso, la comprensión, y en la virtud de la castidad como medio para alcanzar la santidad'. Y como guía espiritual se basan en frases extraídas de libros en su misma línea reivindicativa: 'Amor Puro' y 'Masculinidad Pura' de Jasson Evert, 'La Castidad ¿posible?', 'Noviazgo y Felicidad' de Pablo Eugenio Charnponneau o 'El Coraje de ser casto' de Benedict J.Groeschel, entre otros.

Sean o no fiables, es incuestionable que la religión está muy presente en las redes sociales, bien sea para difundir el mensaje cristiano o de otras confesiones de forma institucional, a nombre de una parroquia o grupo eclesial. Desgraciadamente también existen riesgos. Mientras algunas creencias han sabido sacar provecho de las nuevas tecnologías y logran acercarse a sus fieles y consiguen nuevos creyentes, otras han encontrado en las redes sociales a un enemigo de la misma magnitud que un demonio.

En Twitter, hashtag como #prayer (oración), #spirituality (espiritualidad), #Bible (Biblia) o #Jesus están omnipresentes. Esta 'omnipresencia' es un indicativo de que las redes sociales son espacios determinantes para la formación religiosa, la atención y el testimonio espiritual.

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